Roberto Fierro, fiscal general del Estado, informó ayer que en la comunidad de Pitorreal fueron localizados los dos cuerpos de los sacerdotes jesuitas, así como del guía de turistas, tras ser asesinados por “El Chueco” y posteriormente sustraídos del templo en Cerocahui.
El punto donde fueron encontrados se localiza entre la carretera San Rafael y Creel.