Los otros siete cadáveres permanecen bajo resguardo en el Servicio Médico Forense de la PGJH de Tula de Allende.
Seis de los fallecidos murieron por heridas de arma de fuego y los otros dos por lesiones provocadas por múltiples golpes producidos por palos y tubos.
De acuerdo a los cooperativistas que mantienen ocupadas las instalaciones de Cruz Azul que repelieron al grupo de choque que la madrugada del miércoles intentó tomar la subestación de electricidad, así como la planta de cemento, la única persona que ha sido identificada es el joven Misael Cruz Morales, hijo del cooperativista Ceferino Cruz Martínez.
Éste y otros cooperativistas impidieron la toma de las instalaciones.
Los otros cadáveres son parte del grupo de aproximadamente 500 individuos que alrededor de las 4:00 horas de la madrugada del miércoles arribaron a la planta en 15 autobuses y quienes con palos, tubos y armas de fuego intentaron hacerse del control de las instalaciones.
A través varias esquelas, trabajadores de esa planta han mostrado su solidaridad con Ceferino Cruz por la muerte de su hijo y exigen justicia por su fallecimiento. El joven es velado en su casa de forma privada.
Hasta la mañana de este jueves los trabajadores de Jasso no han anunciado si realizarán algún homenaje u oficio religioso de cuerpo presente antes de ser sepultado.
Detenidos, sin rendir declaración
En cuanto a los nueve detenidos, según el procurador de Justicia de Hidalgo, Alejandro Habib Nicolás, hasta la noche del miércoles no habían rendido sus declaraciones ante el agente del ministerio público, pero reveló tener información de que habían sido contratados sin dar más detalles.
El enfrentamiento del miércoles se originó por la pugna que hay entre dos grupos que disputan el control de la planta de Cruz Azul de Tula, una de las empresas del ramo más importante de América latina.
El primer grupo es el de la «Resistencia», identificado con Guillermo Billy Álvarez Cuevas , quien fue presidente de la Cooperativa Cruz Azul entre 1988 a 2018 y quien fue destituido del cargo acusado por diversos actos de corrupción.
Es representado por Federico Sarabia y Alberto López Morales, quienes según sus abogados tienen los cargos de presidentes de los consejos de Administración y Vigilancia de la empresa con base en amparos obtenidos por jueces de Distrito. El único reducto de este grupo es precisamente la planta de la cooperativa ubicada en Jasso resguardada por empleados y familiares que viven en ese poblado.
El segundo grupo, llamado «Socios por la Transparencia» y conocido por sus adversarios como «los disidentes», está encabezado por José Antonio Marín y Víctor Velázquez, opositores y principales detractores de Álvarez.
El pasado 21 de octubre de 2020 los magistrados de la Séptima Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México resolvieron en definitiva el recurso de apelación 530/2020, en el que declaró la legalidad de la asamblea de socios de la Cooperativa Cruz Azul que fue celebrada el 29 de septiembre de 2018, en la que había sido destituido Billy Alvarez y en la cual José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel fueron nombrados como presidentes de los consejos de Administración y Vigilancia, respectivamente, de la Cooperativa Cruz Azul.
Esto, luego de que esa asamblea fue impugnada por Federico Sarabia y otros allegados a Billy Álvarez a través del juicio ordinario mercantil 1055/2018.
Desde sus nombramientos como presidentes de Administración y Vigilancia, José Antonio Marín y Víctor Velázquez, opositores y principales detractores de Álvarez, han recuperado poco a poco cada una de las plantas e instalaciones que tiene la cementera a lo largo del país, incluyendo las oficinas corporativas ubicadas en Ciudad de México.
Las únicas instalaciones que no han recuperado y que permanecen bajo control del grupo de Billy Álvarez, a través de Federico Sarabia y Alberto López Morales, son las de Jasso, municipio de Tula, en donde tuvo lugar la refriega.
El 15 de diciembre del año pasado, con un actuario y el apoyo de la policía estatal, representantes de «la Disidencia» intentaron hacer una diligencia judicial para recuperar la planta, lo que suscitó un enfrentamiento que dejó como saldo 15 heridos.
Aunque los cooperativistas que respaldan al grupo de Álvarez Cuevas y Federico Sarabia culpan al de la Disidencia del envío del grupo de choque que intentó el miércoles tomar la planta de Jasso, los «Disidentes» se han deslindado de esa acción.
La Jornada
