Los fraudes se dispararon en México durante 2022. En promedio cada 5 minutos hubo una denuncia por estos delitos en todo el país.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el año que recién concluyó se reportaron 103 mil 939 carpetas de investigación.
En comparación con el año previo, los fraudes aumentaron en un nueve por ciento, ya que en 2021 se interpusieron 95 mil 207 denuncias.
Sin embargo, este tipo de delitos han venido en escalada durante los últimos años.
Por ejemplo, entre 2020 y 2021, este ilícito aumentó en un 29 por ciento, pese a que el año más delicado de la pandemia tuvo un ligero decremento de 4.22 por ciento.
Sin embargo, con años previos cuando no se tuvo pandemia también fueron incrementando. Tan sólo entre 2015 y 2022 estos delitos pasaron de 59 mil 416 a 103 mil 939, es decir, casi se duplicaron.
Pese a este incremento, el fraude es el cuarto delito con mayor cifra negra, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, la cual fue publicada en septiembre del año pasado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El 96.3 por ciento de los fraudes no se denuncia, estando sólo por detrás de la extorsión, otros delitos (entre los que se ubican algunos sexuales) y el secuestro.
En los últimos meses, luego de la pandemia en donde aumentaron los trámites a distancia, los fraudes cibernéticos han tenido también un incremento.
¿Qué hacer si soy víctima de un fraude?
Si has sido víctima de un fraude, de acuerdo al portal denuncia.org, impulsado por organizaciones civiles, lo primero que tienes que hacer es proteger tu integridad e identificar la afectación a tu patrimonio.
Posteriormente debes ubicar la agencia del Ministerio Público para denunciar este delito.
Al interponer la querella debes describir la situación que generó el fraude: si fue cometido por personas extrañas, por alguna persona conocida, si hubo alguna clase de engaño o error que alguna persona aprovechó para realizar el delito, lo que provocó la pérdida patrimonial o económica.
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