A fin de promover la cultura de la denuncia ante cualquier tipo de abuso o violencia sufrida por menores de edad, en escuelas o dentro del núcleo familiar, propuse mecanismos legales efectivos.
Esto es un pilar fundamental en la construcción de sociedades seguras, justas y libres de abuso y violencia, cuando los niños aprenden desde pequeños a reconocer y denunciar comportamientos inapropiados, se crea un entorno menos propenso a tolerar o perpetuar estas conductas.
Al crear una norma social de repudio hacia estas conductas, se envía un mensaje claro de que el abuso no será tolerado en ninguna circunstancia.
Si inculcamos, primeramente, aspectos para reconocer los tipos de violencia, avanzamos a paso seguro en la denuncia y prevención; esto puede ayudar a prevenir daños adicionales y a proporcionar el apoyo necesario a quienes lo necesitan.
Es necesario que la promoción de la denuncia se extienda a todos los ámbitos de la vida cotidiana, incluyendo el entorno familiar, comunitario y social.
Esta iniciativa adquiere una importancia crucial en diversos entornos, incluidos los centros educativos, el entorno familiar y cualquier otra circunstancia social.
La denuncia temprana de cualquier forma de abuso o violencia no solo protege a los individuos afectados, sino que también contribuye a la prevención de futuros casos, alentando a la sociedad a enfrentar y erradicar conductas nocivas.
Y se ha establecido que fomenta la responsabilidad colectiva y el fortalecimiento de las instituciones encargadas de proteger los derechos y la seguridad de todos los ciudadanos.
Si promovemos la cultura de la denuncia desde edades tempranas es un imperativo moral y social que nos concierne a todos. Es una inversión en el bienestar presente y futuro de las generaciones venideras, y un paso crucial hacia la construcción de un mundo más seguro, justo y equitativo para todos, para proteger los derechos, prevenir el abuso y la violencia, empoderar a los individuos y promover un cambio cultural hacia una sociedad más justa y segura para todos.
La violencia sexual contra menores es cosa seria, de hecho, la encuesta sobre prevalencia de violencia familiar y sexual en el estado de Chihuahua arrojó los siguientes resultados en el ámbito escolar, de acuerdo con las respuestas de cerca de 4 mil niñas, niños y adolescentes, así como jóvenes y adultos de los municipios de Chihuahua, Ciudad Juárez, Delicias, Cuauhtémoc, Parral y Nuevo Casas Grandes
Por eso insistimos que la infancia y la adolescencia son etapas cruciales en el desarrollo humano, donde se forman valores, creencias y actitudes que moldean el carácter y la percepción del mundo de manera duradera.
Es en este periodo donde se establecen los cimientos de lo que será la conducta adulta, y, por ende, es vital intervenir de manera proactiva para garantizar que se promueva una cultura de respeto, dignidad y justicia.
Los centros educativos desempeñan un papel central en esta tarea, ya que son espacios donde los niños y jóvenes pasan gran parte de su tiempo y donde se pueden implementar estrategias educativas efectivas. Sin embargo, esta labor no puede limitarse únicamente al ámbito escolar y debe extenderse.
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