Al menos 157 personas fueron detenidas en la sexta noche consecutiva de disturbios en Francia, de acuerdo con las cifras presentadas este lunes por el Ministerio del Interior, que señaló una reducción en la cantidad y gravedad de los incidentes respecto de los días previos.
Desde que comenzó este estallido el martes pasado por la muerte de un joven de 17 años al que un policía le disparó cuando el menor intentaba saltarse un control policial en la ciudad de Nanterre, próxima a París, fueron arrestadas más de 3 mil personas en todo el país.
Las fuerzas de seguridad no dieron cuenta de ningún hecho particularmente grave en la noche del domingo, como el que se había producido en la víspera, cuando hubo un ataque violento contra la casa del alcalde de la ciudad de L’Haÿ les Roses, en la región de París.
Del total de los detenidos, 260 casos debían ser juzgadas en comparecencia inmediata, según la emisora France Info. Por ejemplo, en el Tribunal de Grenoble, que estuvo funcionando con carácter excepcional el domingo, se dictaron ya algunas sentencias a varios meses de cárcel firme para algunos de esos arrestados.
En tanto, para el mediodía del lunes estaban convocadas concentraciones en los ayuntamientos del país en apoyo de los alcaldes después del ataque al domicilio del primer edil de L’Haÿ les Roses.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que ha modificado totalmente su agenda para abocarse de lleno a la crisis abierta por este estallido social, tiene previsto recibir también el lunes a los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado.
Por su parte, la primera ministra, Élisabeth Borne, convocó a los líderes de los principales partidos políticos.
El Gobierno se esfuerza por resaltar que los disturbios no son una revuelta social, sino que responden al accionar de delincuentes.
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