La violencia armada no muestra signos de aliviar su sangriento control sobre Chicago, con 65 personas baleadas, cinco de ellas fatalmente, solo el pasado fin de semana.
Un tercio de los tiroteos entre la noche del viernes y la madrugada del lunes tuvo lugar en el West Side de la ciudad, notoriamente violento, según el Chicago Sun-Times.
Diez de las víctimas resultaron heridas en tres tiroteos cerca de Garfield Park, informó el diario.
Alrededor de la 1:45 am del sábado, cuatro personas estaban paradas en la cuadra 2700 de West Jackson Boulevard cuando alguien salió de una camioneta negra y abrió fuego con un rifle.
Los cuatro fueron hospitalizados en buenas condiciones.
Unos cinco minutos después, Carlos Villagómez, de 34 años, murió en el Advocate Illinois Masonic Medical Center luego de recibir un disparo en la cabeza en un ataque separado en una fiesta en Logan Square.
Alrededor de las 3:15 am, dos mujeres fueron baleadas y heridas en West División Street en Near North Side. Un sospechoso fue arrestado poco tiempo después y se recuperó un arma, según la policía.
Más tarde ese día, alrededor de las 3:15 p. m., un grupo de personas estaba cambiando una llanta en la cuadra 3300 de West Harrison Street cuando un SUV oscuro se detuvo y alguien comenzó a disparar, dejando a tres personas heridas, según la policía.
Una de las víctimas, de 30 años, murió tras recibir un balazo en la cara. Las otras dos víctimas se encontraban en estado crítico.
Antes de las 6 de la tarde de ese mismo día, otro tiroteo desde un vehículo en marcha, esta vez en la cuadra 4000 de West Arlington Street, dejó a tres personas más heridas.
Alrededor de las 3:30 am del domingo, un hombre y una mujer de 25 años estaban discutiendo en la cuadra 5400 de South Winchester Avenue cuando otro hombre, Huberto Rosales, de 37 años, trató de intervenir.
La policía dijo que el primer hombre sacó un arma y le disparó a Rosales en la cabeza, matándolo. La mujer recibió un impacto de bala en la axila y fue trasladada a un hospital, donde se encuentra estable.
Más tarde ese día, a las 6 p. m., Alshaud Scarbough, de 24 años, estaba sentado en un automóvil estacionado en la cuadra 4400 de Roosevelt Road en la sección de North Lawndale cuando recibió un disparo en la cabeza y la pierna, dijo la policía. Más tarde fue declarado muerto en un hospital.
Casi al mismo tiempo, Tyshawn Crawford, de 16 años, estaba parado cerca de un estacionamiento en la cuadra 5900 de South Indiana Avenue en el vecindario de Washington Park en el lado sur de Chicago cuando recibió un disparo en el estómago. El adolescente fue trasladado de urgencia al Comer Children’s Hospital, donde sucumbió a sus heridas.
A modo de comparación, la semana pasada, ocho personas murieron y al menos otras 17 resultaron heridas en Chicago, entre ellas un oficial de policía fuera de servicio.
A fines de junio, la epidemia de violencia armada en Chicago se cobró la vida del hermano de 18 años del analista de Fox News Gianno Caldwell.
Más de un mes después del asesinato de Christian Caldwell, no se han realizado arrestos y se ofreció una recompensa de $15,000 por información que conduzca al atacante.
Christian salió con amigos el 24 de junio en la cuadra 11400 de South Vincennes Avenue cuando alguien abrió fuego, lo mató e hirió a un hombre de 31 años y a una mujer de 25 años.
En un artículo de opinión para The Post publicado la semana pasada, Gianno Caldwell criticó a los líderes de Chicago por haber “confundido la necesaria reforma de la justicia penal con políticas blandas con el crimen que están poniendo en peligro la vida de los residentes de todos los vecindarios y grupos demográficos”.
El colaborador de Fox News escribió: “Vivir en Chicago viene con una sentencia de muerte para demasiados. La policía dijo que mi hermano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, pero mi pregunta es, ¿Dónde es seguro en Chicago?”.
El lunes, el superintendente de policía de Chicago, David Brown, se jactó en un tuit de que gracias a los esfuerzos de sus “valientes oficiales que continúan sirviendo durante el momento más difícil para hacer cumplir la ley”, los homicidios en toda la ciudad se redujeron en un 39 % y los tiroteos en un 25 %. en julio en comparación con el mismo período del año pasado.
En 2021, se reportaron casi 800 homicidios en Chicago, lo que lo convirtió en el año más mortífero de la Ciudad de los Vientos en más de un cuarto de siglo.
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