Una persona que acudió el pasado 5 de marzo, Día de la Familia, tras invitación del Municipio para deleitar como artista a quienes se reunirían en los diferentes escenarios montados para la ocasión, denunció que éstos eran de pésima calidad, con pisos de madera cuarteados y astillados, sin sombra para protegerse del intenso sol de mediodía y sin dar un trato digno a los compañeros que tuvieron la amabilidad de presentarse.
Menciona que solicitaron linóleo para mostrar los bailes que prepararon y que sólo cinco minutos antes de comenzar su rutina les trajeron únicamente una tira larga y delgada, como de metro y medio de ancho, por lo que al danzar descalzas ella en particular terminó con quemaduras en uno de sus pies.
Refuta que no fuera fingir interés por el arte y sus artistas locales con aquella polémica obra de «La Golondrina y su Príncipe», montaje que sólo usaron para desviar 35 millones de pesos, en vez de apoyar al talento local, finalizando con que ese es realmente el interés de la actual administración municipal en cuanto al arte y la cultura, y en quienes la hacen.
